Desde el primer día que llegué al fútbol español he sentido un tremendo cariño y un trato extraordinario por parte de todos, por eso no quiero que estas líneas sean una despedida sino un hasta pronto. No puedo describir la tremenda sorpresa que ha supuesto para mí recibir tantos mensajes y llamadas de compañeros entrenadores mostrando su apoyo y alabando el juego del Almería y el trabajo realizado. Significa mucho para mí porque no hay mayor satisfacción que se valore el estilo y la identidad que se ha logrado instaurar en el equipo.
Quiero agradecer a toda la gente del Almería el aprecio y la ayuda que me han brindado para que la UDA sea elogiada por tanta gente. Si hay algo de lo que me siento especialmente satisfecho es de haber podido potenciar a los jugadores más jóvenes y, sobre todo, de ver la unión tan grande de un grupo de hombres que aún no han dicho su última palabra. Me sentía con fuerzas y con confianza de poder llegar juntos al objetivo final, pues sé que lo podíamos conseguir. Todavía lo creo.
Después del líder, este equipo es el que más goles hace de toda la categoría y es el que muchos consideran que proporciona un mejor trato de balón. Por estos y muchos otros motivos sé que es perfectamente capaz de estar en la máxima categoría del fútbol español la temporada que viene. Y estos jugadores, hacia los que siento un enorme agradecimiento por su esfuerzo en una temporada muy exigente, han demostrado ser capaces de tener un gran espíritu de superación, como también demostraron en la Copa del Rey. Sólo dos partidos separan la meta del ascenso y no es descabellado pensar que es perfectamente alcanzable. Me hubiera gustado intentarlo hasta el final, pero el fútbol muchas veces es así y acepto con respeto la decisión que ha tomado el club.
Me voy con el corazón lleno de experiencias bonitas y un cariño hacia la ciudad de Almería que siempre llevaré conmigo. Ha sido un auténtico placer vivir y conocer desde dentro el fútbol de este país. Ojalá nos volvamos en encontrar.
Gracias por todo.